
Hoy no he tocado la ducha y estoy con caña. Gente cercana favor no realizar visitas inesperadas porque van a recibir el cachetazo olfativo de sus vidas.
Ok, podríamos decir que apesto. Si, apesto. Qué tanto? vamos, lo grito, deléitense APESTOOOOOOOOOOOOOOOOOO!! felices? contentos? todos confabulan en mi contra.
Así que si estaba pensando en lo simpático que sería tomarse una tacita de café conmigo, copuchar de la vida, reír, y todas-esas-cosas-que-usted-considera-super-choras-pero-que-en-realidad-son-puras-hueás-y-usted-lo-sabe-y-esto-de-leer-entre-guiones-es-fome, mejor piense en una amiga que use Ralph Lauren. (O bueno ya, su buen Impulse o Coral para que no digan que estoy discriminando) o hábleme de lejitos. Bien lejitos. Así, desapareciendo casi.
Para colmo cuando estoy con las tripas fermentando en cerveza, con náuseas, y las ganas sólo de beber líquidos no alcoholicos como idiota a mi mamá se le ocurre hacer papas fritas. ¡FAIL!
Me siento igual que cuando espero arrocito con pollo frito y en la mesa me reciben unos porotos, con harta rienda, la longa encima brillando y chorreando sus aceites, riéndose de mí, retorciéndose. Ni pensar en alegar, obvio, luego sale mamá y se queja "Esto no es un restaurant", "Ándate a comer a otro lao' entonces", "Agradece lo que tienes" Si, y la frase que todos ustedes ansiosamente estaban esperando: "Hay niños de África que no tienen que comer"
No he dicho nada interesante. Me acabo de dar cuenta, pero ya me dí la paja de escribir esta weá. Entiéndanme, es la caña. Ando media lerda hoy.
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